Este diseño fue a pedido de una de mis alumnas del Taller. Le agradezco la iniciativa, la sugerencia del tema, su visión de la escena... como si la imagen quisiera narrar la negación de José al descanso y como si el sueño le tomara distraído, aún en medio de la reflexión sentado, pensando entonces qué decisión sería la más sabia...
Dios no se deja esperar y San Gabriel es el signo de la Providencia de Dios, le ayuda dándole certezas de que María ha dado su consentimiento a los Planes de Salvación de Dios, el Mesías viene en camino y necesita un padre. Ambos, la Madre y el Niño necesitan una familia y después de este sueño, José se hará cargo de ellos. Será el esposo y el padre, será el servidor de Dios, hombre de fe, honesto, íntegro. Varón consagrado a Dios y a su Proyecto, capaz de dejar los suyos personales y, respetando la intervención de Dios sobre María, emprende con ella la senda de la virginidad, realizando su vida desde una sexualidad más amplia e integrada.
El sueño de José es el comienzo de un despertar a una vida diferente de la proyectada, luego vendrá el camino a Belén, y la huida a Egipto, el anonimato en el trabajo del taller, la educación de Jesús... y el amor realizándose en la convivencia desinteresada, en el compartir generoso, en el servicio a través de su trabajo...
Enséñanos
José:
Cómo se es “no
protagonista”;
Cómo se
avanza, sin pisotear;
Cómo se
colabora, sin imponerse;
Cómo se ama,
sin reclamar.
Dinos José:
Cómo se vive,
siendo “número dos”;
Cómo se hacen
cosas fenomenales,
desde un
segundo puesto.
Explícanos
José:
Cómo se es
grande, sin exhibirse;
Cómo se lucha
sin aplauso;
Cómo se
avanza, sin publicidad;
Cómo se
persevera y se muere, sin
Esperar un homenaje.