miércoles, 25 de diciembre de 2013

La Bendición - La celebración

Sin rituales la vida se hace vacía y absurda. Todo sigue siendo tan trivial!

Los rituales muestran que nuestra vida es significativa; más aún, que posee un valor divino. Puesto que nuestra vida posee un valor divino infinito, la plasmamos por medio de los rituales, la celebramos con nuestros rituales. Los rituales son expresión de lo que San Atanasio dijo un día, a saber, que el Resucitado celebra en nosotros un fiesta ininterrumpida...





Nuestra vida es valiosa y merece ser celebrada, porque Cristo mismo nos ha levantado con su resurrección y nos ha dado gratuitamente un valor inviolable. 

Jung piensa que las personas que andan agitadamente por todas partes, causan a menudo la impresión de que estuvieran poseídas por todos los diablos. Están, por decirlo así, poseídas, porque llevan una vida absurda... (1)
Sin embargo, cuando sentimos que somos hijos e hijas de Dios y que nos hallamos a su servicio, entonces eso nos concede paz interior. "Infunde paz interior el hecho de que las personas sientan que son actores en el drama divino. Esto es lo único que confiere sentido a la vida humana; todo lo demás es trivial y podemos dejarlo de lado" (1) y (2) Cfr. C.G.Jung, Ges. Werke XVIII 1,296.



Estar orientado únicamente hacia la propia carrera, hacia la idea de ganar cada vez más dinero, no hace ni mucho menos que la vida tenga sentido. Jung ve el misterio de la Iglesia católica en el hecho de que, con sus ritos y sus símbolos, hace que la persona "viva siempre una vida llena de sentido".



Hoy día muchas personas necesitan volver a celebrar y festejar su vida por medio de rituales, porque en esas personas se encierra un profundo anhelo: su vida tendría que ser más que el simple cumplimiento del deber, que el andar agitado por todas partes, y que el cumplir las expectativas de los demás. Presienten que su vida tienen un valor más profundo; que su vida participa de la fuente de la vida divina; más aún, que la vida divina misma está manando en ellas.

Por el contrario, el que sólo vive para el quehacer cotidiano, podrá ocultar, sí, durante años su vacío interior, pero este vacío se apoderará de él alguna vez, y entonces se sentirá enfermo de lo absurda que es su vida.

(Texto: ANSELM GRÜN, "El Gozo de vivir. Rituales que sanan")






BENDICIÓN DE ICONOS DEL TALLER

El sábado 5 de Octubre de 2013, en la Parroquia Buen Pastor de Buenos Aires, el P. Humberto bendijo los iconos trabajados en el taller por mano de Adriana Finocciaro y Rosa Izaguirre. Estos son la primer obra de estas queridas compañeras en este camino de arte y espiritualidad. Son copias del Icono Pantokrator del s. XIII







Doy gracias a Dios por el gozo de ver terminadas estas obras que, desde el lugar donde se encuentren, traen a la conciencia la presencia del Señor en nuestras vidas, inspiran a la devoción y ayudan a caminar en la fe.




La crucifixión es el icono copia de Giunta Pisano, trabajado por mi mano inspirado en la copia de la que fuera mi profesora en trabajos con pigmentos naturales y oro, Natalia Gorkachov (Taller Santa Sofía). Esta obra, por mí una de la más queridas, espera el momento de arribar a la Comunidad del Buen Pastor en Budapest (Hungría)